Respira la hostelería: València estudia ampliar terrazas en la calzada y horarios en invierno

El estado de alarma decretado por el Gobierno central como consecuencia de la crisis sanitaria del Covid-19 ha golpeado con dureza el sector de la hostelería. La imposibilidad de abrir hasta este momento ha obligado a muchos establecimientos a aplicar ERTE en sus plantillas por las pérdidas. Ahora, la reapertura progresiva, primero en las terrazas, asegurando las distancias de seguridad tampoco es un seguro de nada: la falta de confianza en la clientela y la obligación de asegurar una distancia mínima entre los usuarios es un obstáculo difícil de salvar para la rentabilidad de bares, restaurantes y cafeterías.

Es por ello que el sector ha reclamado a las instituciones distintas medidas que pudieran aliviar sus cuentas y facilitar la viabilidad económica en la vuelta al trabajo. En València, la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV) ha llevado la voz cantante del sector sobre estas reivindicaciones. Hoy, con todo, la hostelería puede respirar un poco más tranquila. Este miércoles se ha conocido que el Ayuntamiento ha tenido en cuenta algunas de sus peticiones: la posibilidad de ampliar terrazas ocupando carriles de la calzada siempre que sea posible y que no perjudique el espacio dedicado al peatón, pero también la pretensión de ampliar el horario de verano hasta el mes de diciembre, permitiendo así aumentar las horas que estos establecimientos pueden estar abiertos en los meses más fríos. También se suspenderá la tasa de terrazas para todo 2020.

Así lo anunció el alcalde, Joan Ribó, este miércoles tras la reunión de coordinación de gobierno entre los dos socios, Compromís y PSPV. Ambas fuerzas acordaron la posibilidad de bajar algunas aceras a la calzada, liberando espacio para el peatón en las aceras, e incluso ampliar las terrazas en este movimiento, con el propósito de que los locales afectados puedan albergar más clientes guardando la distancia de seguridad.

La concejala de Espacio Público, Lucía Beamud, mantiene este jueves una reunión con vecinos y hosteleros para abordar estas cuestiones. La medida se ha anunciado ya para zonas como la Plaza del Ayuntamiento y se ha hecho frente al Mercado Central. «Estamos de acuerdo en hacerlo en otros barrios de la ciudad y bajar terrazas a zonas de aparcamiento o utilizar el lado de las zonas de los establecimientos de manera que se libere espacio para los peatones y a la vez los hosteleros puedan disfrutar del mismo espacio o más», expuso el primer edil.

La concejala de Espacio Público, por su lado, dijo que esta idea, que también había sido planteada por la Federación de Asociaciones de Vecinos, se abordará «desde el diálogo y el consenso» y resaltó que se tendrá que «estudiar caso por caso». Beamud afirmó que se deben «conciliar los estudios técnicos con las posibilidades que marcan las ordenanzas municipales», mientras que la vicealcaldesa, Sandra Gómez, comentó que actualmente, «muchos bares y restaurantes tienen falta de liquidez» como consecuencia del estado de alarma y valoró estas iniciativas.

Pero además de ello, el consistorio acordó suspender la tasa de terrazas para todo el año y empezar a cobrarla ya en 2021. Ya se decidió cancelar temporalmente cuando explotó la pandemia de coronavirus y se declaró el estado de alarma, con la imposibilidad consiguiente de abrir los bares y restaurantes. Ahora, comoa delantó este miércoles Las Provincias, el Ayuntamiento del cap i casal ha tomado la determinación de no cobrar este impuesto a lo largo de 2020 para facilitar la salida de la crisis económica.

El consistorio recauda anualmente por este impuesto cuantías cercanas a los 2,5 millones de euros. Dinero que ahora, quedará en las cajas de los hosteleros. Ribó apuntó que esta es una «aportación» del Ayuntamiento para «todos los bares y restaurantes» con el objetivo de «incentivar su trabajo», contribuir al mantenimiento y creación de «puestos de trabajo» y «ayudar a salir de esta situación».

Y por otro lado, según explican fuentes consistoriales, también se ha creído conveniente acceder a otra de las peticiones del sector: que el horario de verano se amplíe hasta diciembre, de manera que pueda abrir más horas en otoño e invierno, para potenciar la rentabilidad del negocio de la hostelería. En esta línea, todavía está en el aire la posibilidad de que este horario se pueda suplementar media hora o tres cuartos de hora los fines de semana. Esto último deberá todavía negociarse con los agentes vecinales y económicos.

Foto: KIKE TABERNER
 Foto: KIKE TABERNER

7/05/2020 – 

VALÈNCIA. El estado de alarma decretado por el Gobierno central como consecuencia de la crisis sanitaria del Covid-19 ha golpeado con dureza el sector de la hostelería. La imposibilidad de abrir hasta este momento ha obligado a muchos establecimientos a aplicar ERTE en sus plantillas por las pérdidas. Ahora, la reapertura progresiva, primero en las terrazas, asegurando las distancias de seguridad tampoco es un seguro de nada: la falta de confianza en la clientela y la obligación de asegurar una distancia mínima entre los usuarios es un obstáculo difícil de salvar para la rentabilidad de bares, restaurantes y cafeterías.

Es por ello que el sector ha reclamado a las instituciones distintas medidas que pudieran aliviar sus cuentas y facilitar la viabilidad económica en la vuelta al trabajo. En València, la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV) ha llevado la voz cantante del sector sobre estas reivindicaciones. Hoy, con todo, la hostelería puede respirar un poco más tranquila. Este miércoles se ha conocido que el Ayuntamiento ha tenido en cuenta algunas de sus peticiones: la posibilidad de ampliar terrazas ocupando carriles de la calzada siempre que sea posible y que no perjudique el espacio dedicado al peatón, pero también la pretensión de ampliar el horario de verano hasta el mes de diciembre, permitiendo así aumentar las horas que estos establecimientos pueden estar abiertos en los meses más fríos. También se suspenderá la tasa de terrazas para todo 2020.

Así lo anunció el alcalde, Joan Ribó, este miércoles tras la reunión de coordinación de gobierno entre los dos socios, Compromís y PSPV. Ambas fuerzas acordaron la posibilidad de bajar algunas aceras a la calzada, liberando espacio para el peatón en las aceras, e incluso ampliar las terrazas en este movimiento, con el propósito de que los locales afectados puedan albergar más clientes guardando la distancia de seguridad.

La concejala de Espacio Público, Lucía Beamud, mantiene este jueves una reunión con vecinos y hosteleros para abordar estas cuestiones. La medida se ha anunciado ya para zonas como la Plaza del Ayuntamiento y se ha hecho frente al Mercado Central. «Estamos de acuerdo en hacerlo en otros barrios de la ciudad y bajar terrazas a zonas de aparcamiento o utilizar el lado de las zonas de los establecimientos de manera que se libere espacio para los peatones y a la vez los hosteleros puedan disfrutar del mismo espacio o más», expuso el primer edil.Lucía Beamud. Foto: KIKE TABERNERLucía Beamud. Foto: KIKE TABERNER

La concejala de Espacio Público, por su lado, dijo que esta idea, que también había sido planteada por la Federación de Asociaciones de Vecinos, se abordará «desde el diálogo y el consenso» y resaltó que se tendrá que «estudiar caso por caso». Beamud afirmó que se deben «conciliar los estudios técnicos con las posibilidades que marcan las ordenanzas municipales», mientras que la vicealcaldesa, Sandra Gómez, comentó que actualmente, «muchos bares y restaurantes tienen falta de liquidez» como consecuencia del estado de alarma y valoró estas iniciativas.

Pero además de ello, el consistorio acordó suspender la tasa de terrazas para todo el año y empezar a cobrarla ya en 2021. Ya se decidió cancelar temporalmente cuando explotó la pandemia de coronavirus y se declaró el estado de alarma, con la imposibilidad consiguiente de abrir los bares y restaurantes. Ahora, comoa delantó este miércoles Las Provincias, el Ayuntamiento del cap i casal ha tomado la determinación de no cobrar este impuesto a lo largo de 2020 para facilitar la salida de la crisis económica.

El consistorio recauda anualmente por este impuesto cuantías cercanas a los 2,5 millones de euros. Dinero que ahora, quedará en las cajas de los hosteleros. Ribó apuntó que esta es una «aportación» del Ayuntamiento para «todos los bares y restaurantes» con el objetivo de «incentivar su trabajo», contribuir al mantenimiento y creación de «puestos de trabajo» y «ayudar a salir de esta situación».

Y por otro lado, según explican fuentes consistoriales, también se ha creído conveniente acceder a otra de las peticiones del sector: que el horario de verano se amplíe hasta diciembre, de manera que pueda abrir más horas en otoño e invierno, para potenciar la rentabilidad del negocio de la hostelería. En esta línea, todavía está en el aire la posibilidad de que este horario se pueda suplementar media hora o tres cuartos de hora los fines de semana. Esto último deberá todavía negociarse con los agentes vecinales y económicos.

La hostelería agradece los gestos

Diferentes asociaciones y federaciones de hostelería de la ciudad de València valoraron estas decisiones y consideraron especialmente que la suspensión de la tasa es una «ayuda» para un sector que atraviesa momentos «díficiles». Desde la Federación de Empresarios de Hostelería de València (FEHV) consideraron en un comunicado que esta medida «contribuye a que otros Ayuntamientos se sumen a esta medida lo que permitirá ayudar a muchos empresarios de hostelería de distintas localidades».

La FEHV destacó el «diálogo y la predisposición mostrada tanto por el Ayuntamiento como por el movimiento vecinal por agilizar este encuentro y poder trabajar de forma conjunta en la revisión de las zonas, la utilización de la calzada para ampliar terrazas y agilizar la toma de decisiones».

Asimismo, desde la federación insistieron en las medidas que solicitaron al Ayuntamiento, que según señalan, van «dirigidas a revitalizar y poner en valor las terrazas de los establecimientos de hostelería y se producen en el marco de las reivindicaciones que desde el sector se están haciendo a nivel económico, fiscal y laboral para ayudar a la recuperación y el mantenimiento de las empresas de hostelería».

Por su parte, Sos Hostelería dijo que «ha sorprendido gratamente a los hosteleros valencianos» que «en los últimos años han visto como el Ayuntamiento de Valencia ha ido reduciendo el número de terrazas en zonas del Mercado Central, Carmen, Xúquer, Juan Llorens, Menéndez Pidal o Russafa, entre otros».

El portavoz de SOS Hostelería, Fidel Molina, consideró que «una mayor flexibilidad en las concesiones de ocupación de la vía pública por parte del ayuntamiento facilitará la vuelta a la actividad empresarial de los restaurantes y cafeterías pero, sobre todo y lo que es más importante, dotará a estos negocios de mayor espacio de seguridad».


Fuente: Valencia Plaza

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